Créditos
¿Qué es un crédito revolvente?
Es muy común que un emprendedor se enfrente a momentos donde la disponibilidad de liquidez tiene que ser casi inmediata, y es justo en estos tiempos donde un crédito revolvente puede ser la solución que necesitas; pero, si con esta introducción no sabes a qué crédito nos referimos, bueno, esta es la entrada perfecta para ti.
Los imprevistos son el pan de cada día de los negocios; asimismo, hay otras situaciones que sí son regulares en la vida de un emprendimiento, como la compra de insumos, volver a surtir el inventario o disponer de la caja chica para cubrir una necesidad que surge de momento; el problema es que no siempre se cuenta con la liquidez suficiente para cubrir esas necesidades.
Son muchas las causas por la que esto puede suceder: los proveedores aún no pagan sus facturas, no ha habido un nivel de ventas como el esperado, los clientes se retrasaron en sus pagos, etc. Lo malo es que las necesidades de negocio no pueden detenerse porque eso traería consecuencias catastróficas para nuestra empresa; lo bueno es que existe el crédito revolvente que puede ser un gran aliado si sabemos utilizarlo inteligentemente.
Crédito revolvente: lo usas, lo pagas y lo vuelves a usar
Sí, es spoiler. Aunque si queremos encontrar una definición un poco más formal, un artículo de El Economista nos define al crédito revolvente como “una línea de crédito renovable que no tiene un número fijo de cuotas y que depende de un límite previamente establecido, que se podría considerar como la línea de crédito.”
En otras palabras, cuando se te aprueba un crédito se te asigna una línea de crédito, que es un límite de fondos que puedes disponer, solo que un crédito revolvente no te exige un cierto número de cuotas para pagarlo o una fecha inamovible para liquidarlo. Tú tienes la libertad de pagarlo por completo o cubrirlo en pagos mínimos que generarán intereses.
Lo más característico de este tipo de crédito es que lo puedes usar las veces que quieras mientras tu crédito esté al corriente. Para ver un ejemplo de esto, imagínate que tienes $10 pesos de crédito, compras un artículo de $3 pesos y aún te quedan $7 pesos para comprar lo que quieras. Tú decides cómo ir pagando esos 3 pesos, pero cuando lo hagas, volverás a tener disponibles $10 pesos para utilizarlos en lo que quieras.
En resumen general, un crédito revolvente es un crédito reutilizable.
¿Eso significa que hay otro tipo de créditos?
Sí, los principales son los créditos revolventes y los créditos simples.
Entonces, si un crédito revolvente es reutilizable, su némesis es lo contrario. El crédito simple es en esencia lo mismo que el revolvente en términos de que se te asigna una línea de crédito a disponer, pero no puedes volver a utilizarlo. Es decir, si tienes $10 pesos y utilizas $3 pesos, en cuanto pagues esos $3 pesos, ya solo te quedan $7 a disponer. Cuando pagues los $10 pesos que te prestaron, ya no tienes nada que disponer y la vida de ese crédito se termina.
Es importante remarcar que, a nivel comercial, no es tan común que se promocione un crédito como revolvente o simple; lo que sucede en realidad es que estos tipos de crédito son parte de un producto diseñado en específico en ciertas necesidades de los usuarios.
Por ejemplo, hace poco hablamos de cómo funciona una tarjeta de crédito, ahí podremos ver que según sus características, una tarjeta de crédito es en sí un crédito revolvente, ya que te asigna un límite de crédito, misma que se va renovando cada vez que cubres un pago. Por el contrario, si pensamos, por ejemplo, en un crédito hipotecario o automotriz, podemos notar que en realidad son un crédito simple, ya que al terminar de pagarlo, ya no podemos volver a utilizarlo para comprar otra casa u otro auto.
Para encontrar las mejores condiciones que te puede ofrecer un crédito, no olvides hacer una comparación de su CAT (Costo Anual Total), ya que siempre te indicará cuánto dinero pagarás en cuotas, comisiones e intereses al no cubrir el total del crédito tras su fecha de corte mensual.
Lo bueno de un crédito revolvente
Todo tipo de crédito tiene sus ventajas y desventajas, pero pensando en un crédito revolvente, hay ciertos aspectos que le pueden traer buenos beneficios a tu negocio.
- Los créditos revolventes enfocados en negocios suelen tener mejores líneas de crédito.
- Ante un imprevisto de flujo de efectivo, conseguir insumos o surtir inventario, un crédito revolvente te permite enfrentarlo de manera controlada e inmediata. Lo importante es llevar una buena administración, control y previsión de cómo cubrir de regreso el uso del crédito.
- Puedes disponer de la cantidad que decidas de tu línea de crédito. A pesar de que ésta sea elevada, puedes solo ocupar una cierta cantidad sin penalización.
- Si pagas a tiempo, ya sea el saldo total de lo utilizado o el saldo mínimo con pago de intereses, tu crédito se renovará cada mes para que lo tengas disponible cuando quieras.
- Si sabes que viene una deuda que no alcanzas a cubrir a tiempo, puedes amortizarla usando tu crédito revolvente.
- Otra de sus características es que puedes disponer de tu línea de crédito diariamente, e incluso, sacarlo como dinero en efectivo de un cajero, solo pagando comisiones por disposición y de uso de cajero.
- Al renovarse constantemente, su periodo de vida es más largo que los créditos simples.
En Oyster también ofrecemos diferentes tipos de soluciones de crédito que pueden impulsar el crecimiento de tu negocio. Al conocer tu volumen de ventas y de gastos, podremos ofrecerte un crédito que se ajuste a las necesidades de tu emprendimiento con las mejores condiciones de pago tanto para líneas de crédito como para créditos instantáneos.
Estamos seguros que, tras conocer esta información, ya podrás entender mejor cuando leas en las condiciones de tus contratos de crédito si el producto que vas a adquirir es un crédito simple o un crédito revolvente y, de esta manera, llevar mucho mejor tu administración financiera 🙂 .