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Cómo aprendí a hacer negocios y networking en el sistema mexicano de startups
Networking con intención: 7 maneras de aumentar el nivel de tus habilidades de acuerdo a Amanda Jacobson, Jefa de Personal de Oyster Financial.
Cuando llegué a México a los 23 años, estaba ansiosa por conocer a otras personas en el ámbito de la tecnología financiera (fintech) que pudieran orientarme, guiarme, compartir información local conmigo y brindarme más oportunidades para crecer profesionalmente. Si bien hubiera sido de gran ayuda contar con mi familia o con conocidos de la universidad para abrirme las puertas en esta nueva ciudad, no tenía a nadie en quién apoyarme en ese momento.
El día de hoy, estoy solo a un peldaño de conectar con prácticamente todos los involucrados en el campo fintech, pero no llegué aquí por accidente. Tuve que optar por medidas determinadas para crear relaciones con las personas que podían ayudarme a lograr mis objetivos profesionales. La mayoría de los dueños de negocios y emprendedores entienden el valor del networking, pero es una habilidad que debe perfeccionarse como cualquier otra. Mientras que la forma en que nos conectamos ha cambiado durante el último año, la buena noticia es que las habilidades y la forma de pensar necesarias para crear una red profesional fuerte y solidaria, no han cambiado.
Aquí están algunas de mis estrategias más efectivas para crear relaciones más significativas y auténticas en tus redes profesionales.
Conoce a las personas en donde están
Ya sea cara a cara o virtualmente, el primer paso para construir networking es hacerle fácil a la otra persona decir que “sí” a una conversación. Antes de llegar a México, comencé a hacer networking vía Skype. Una vez que llegué aquí, salí de mi zona de confort e hice todo lo posible por reunirme personalmente con las personas de la manera que mejor funcionara para ellos. Antes del COVID, esto implicaba invitarlos a comer o tomar un café conmigo, o ir a donde fuera que estuviesen localizadas sus oficinas. Esto fue mucho más emocionante y benéfico porque pude conocer muchísimo la Ciudad de México mientras me aventuraba a visitar a las personas en su terreno. En estos días y debido a la pandemia, me apoyo más de redes sociales como LinkedIn, WeExchange y WhatsApp para conectar con los profesionales de mi campo.
No todo se trata de ti
Si te da vergüenza hacer networking porque te sientes egoísta o incómodo al pedir ayuda, será mejor que cambies tu manera de pensar. A las personas les gusta compartir su conocimiento. Sé humilde y dales la oportunidad de ayudarte. Siempre que conozcas a alguien nuevo, interésate en sus necesidades y retos antes de lanzar todas tus preguntas. Cuando estás sinceramente interesado en las personas y no solo en lo que pueden ofrecer, creas confianza genuina.
Tener empatía y comprensión ayuda a transformar las relaciones en una conexión más humana y confiable. Esto hace que sea mucho más fácil para la persona decir “Claro, me encantaría ayudar a mi amigo” cuando necesites apoyo en el futuro.
Está bien no ser el experto
Cuando comencé mi carrera en fintech en Village Capital, recuerdo ir a la oficina del CFO de HSBC para buscar un nuevo patrocinio. Me preguntó sobre fintech y capital de riesgo, y aunque yo era la líder del programa de fintech, fui honesta con él y le dije que todavía tenía mucho que aprender. En el momento, pensé que esa decisión podría haberme hecho quedar como una aficionada y que eso se reflejara de manera negativa sobre el programa. Pero, por el contrario, mi honestidad abrió la posibilidad de que él me compartiera su experiencia y me brindara consejos. Aunque no fuimos capaces de cerrar el patrocinio, él se tomó el tiempo para guiar a los emprendedores del programa y siempre me apoyó después de nuestro primer encuentro.
Usa la regla “pedir cinco”
Conocer a personas aleatoriamente no es la mejor manera de crear conexiones relevantes, así que aprovecha los contactos que ya tienes para encontrar otros contactos con experiencia e influencia que puedan ser valiosos. Antes de llegar a la Ciudad de México, tenía solo un contacto local. Platiqué con ella por Skype antes de salir de Los Ángeles y me dijo: “Genial; ¿te gusta el impacto social? Debes hablar con estas cinco personas”. Organicé reuniones con todas ellas y, cuando terminamos de hablar, le pregunté a todos: “¿A quién más debería de conocer?” Esto hizo que la maquinaria siguiera girando y, muy pronto, conecté con más profesionales talentosos que eran relevantes para mi camino.
80% del éxito es simplemente aparecer
Como solo tenía a unos cuantos conocidos y nada de familia en mi nueva ciudad, tenía un montón de tiempo libre en mis manos. Como dijo Woody Allen, “80% del éxito es simplemente aparecer”. Y eso hice. Usé mi tiempo para ir a muchos eventos de empresas sociales, fintech y capital de riesgo, de los cuales estuve encantada de saber que se llevaban a cabo cada semana. Independientemente del contenido, con solo estar ahí y comenzar conversaciones que seguido continuaban durante los tacos después del evento, hice muchos contactos de negocios estupendos y amigos entrañables en el camino.
Haz tu tarea para alcanzar tus objetivos
Normalmente asisto a eventos con un propósito en específico, como la recaudación de fondos o en busca de asociaciones. Siempre que puedo, reviso la lista de asistencia y me acerco a personas interesantes para acordar reuniones de presentación; aunque sea una pausa de 15 minutos para tomar café. Lo mejor es enfocar estas primeras conversaciones en conocernos mutuamente de manera genérica y encontrar intereses que podamos compartir. Entonces, puedes proponer una reunión formal fuera del evento en un lugar no tan concurrido ni estresante. Si bien la mayoría de los eventos son virtuales hoy día, aún puedes confiar en las listas de miembros o asistentes para encontrar personas de interés con quienes te gustaría conversar o hacer negocios.
Piensa a largo plazo y añade valor
Hacer networking es parecido a plantar semillas. Nunca sabes cuándo una conexión dará frutos en el futuro. Así que planta semillas generosamente y, a cambio, sé generoso con tu red.
En Village Capital, teníamos una compañía en nuestro programa llamada Mutuo Financiera. Uno de sus emprendedores recientemente dejó la compañía para comenzar su propia firma de financiamiento de deuda, Addem Capital. Cuando reconecté con él unos años después, me dijo que sería genial trabajar juntos de nuevo. Un año después, necesitábamos deuda y su empresa se convirtió en nuestro primer inversor de deuda.
Conectar a las personas de mi círculo es otra manera de ayudar. Por ejemplo, uno de los participantes de Village Capital, ePesos, buscaba consejo de expertos en pagos para hacer crecer su cartera digital para la base de la pirámide. Me comuniqué con el gerente nacional de SWIFT México para que se uniera a uno de los talleres como mentor y así pudieran conocerse. Ambas partes fueron capaces de aprender tanto sobre el otro que ePesos terminó invitándolo a unirse a su Junta, donde ha añadido mucho valor durante los últimos años.
En conclusión: sé el tipo de persona que quisieras tener en tu red: alguien honesto, auténtico y que brinda tanto valor como recibe, y tu red te abrirá las puertas cuando más lo necesites.