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Tips para Emprender

Primeros auxilios para una emergencia financiera

Si repentinamente bajan tus ventas, surgió un imprevisto o las deudas están comiéndose tus recursos, no te rindas. Mejor recurre a nuestro kit de primeros auxilios ante esa emergencia financiera.

Emergencia Financiera en tu Negocio
15 de mayo, 2020

¡Muy bien! Creaste un negocio rentable y las cosas marchan de lujo. Pero, de repente, algo imprevisto sucede: el mejor cliente se va con la competencia, la entrega de insumos se interrumpe, se caen las ventas o las deudas se comen todo el presupuesto. Es normal que te preguntes si todo ha sido en vano y es momento de tirar la toalla. No te rindas. Te recomendamos recurrir a este kit de primeros auxilios que te ayudará a salir de una emergencia financiera.

1. Asegura el flujo de efectivo

Los negocios no mueren generalmente por falta de ideas. Truenan porque se les acaba el dinero. Así que es necesario actuar para conservar efectivo. Hay que ser asertivo al hacerlo, pues reaccionar pronto tendrá mejores efectos que tratar cuando sea tarde.

¿Cuánto se gasta cada mes? Hay que distinguir cuánto se destina a egresos fijos -que no pueden cambiarse, como la renta- de los variables como insumos, salarios, viáticos, comisiones, etc. Posteriormente hay que conocer los ingresos actuales (no proyecciones, sino entradas reales). A esos ingresos hay que restarles los gastos. Si el número es negativo, habrá problemas. Debes observar el saldo de tu cuenta y determinar cuántos meses podría sobrevivir el negocio a ese ritmo. Procura asegurar por lo menos de 6 a 12 meses del presupuesto indispensable para seguir en operación.

Esta es la prioridad número 1: evitar que el negocio se quede sin dinero. Explora caminos para conservar liquidez. Puedes redirigir el capital a productos clave o al segmento más importante de tu mercado. Usa la creatividad para encontrar fuentes alternativas de efectivo. 

Por ejemplo: piensa en implementar un modelo de suscripción o ‘iguala’ mensual, en el que tus clientes paguen una cuota cada mes para que les proveas un número de productos o servicios. Así, ellos obtienen un precio más atractivo y tú aseguras una cierta cantidad de ingresos.

Por otro lado, puedes acercarte a programas de apoyo que ofrezcan incubadoras de negocio, o a créditos accesibles, siempre teniendo en cuenta que los recursos deben usarse para seguir operando y obtener más ingresos; no para endeudarse más.

2. Reduce tamaños y gastos

Hay que preservar la salud operativa ante esta emergencia financiera. Define qué insumos y partes del proceso son esenciales. Debes optimizar el trabajo y disminuir errores. También es necesario que tú y los miembros del equipo se coordinen y apoyen para administrar mejor el tiempo. Son decisiones difíciles, pero lo más importante en este momento es sobrevivir. Tal vez el negocio deba apegarse a lo indispensable.

En ese sentido, también es muy importante reducir la dependencia del negocio a factores externos. Debes aprovechar lo que se tenga a la mano o se pueda generar con recursos que ya se poseen. Es mejor dejar de recurrir a lo que el negocio maquile u obtenga de otros proveedores y en cambio se pueda producir internamente.

3. Optimiza la inversión en marketing

Generalmente, el marketing es la opción más obvia para recortar presupuestos y reducir gastos. Pero cuidado, tampoco debe dejar de existir. Es mejor optimizar para que los esfuerzos de marketing y publicidad sean verdaderamente relevantes y efectivos. Por ejemplo, puedes concentrarte en actividades o medios que te otorgan el mejor rendimiento y abandonar por completo otros esfuerzos.

Reconecta con clientes antiguos. Esto es crucial, pues estar en crisis puede dificultar mucho la obtención de nuevos compradores. Es mejor enfocarse en interactuar constantemente con clientes ya existentes que se queden contigo mientras se supera la emergencia financiera.

4. Conserva el talento

Te recomendamos ver un recorte de personal como el último recurso, que debería usarse de la forma más inteligente posible. Has invertido mucho tiempo para encontrar a tu talento y formarlo, así que la mejor decisión es conservarlo. En lugar de dejar ir a miembros del equipo, puedes optar por jornadas de trabajo más cortas o de menos días a la semana o al mes, lo que ajusta a la baja lo destinado a sueldos u honorarios.

Esto ayuda de dos formas: por un lado el ánimo y la motivación de las personas que se quedan no se va al suelo; y por otro se evita tener que hacer un gran gasto para buscar y reclutar cuando pase la emergencia financiera.

5. Cuida la salud mental

Cuando el panorama se ve desolador es cuando más atención debes poner al estado de ánimo y al bienestar emocional de las personas que trabajan contigo, y al propio, obviamente.

La salud mental es uno de los activos más importantes que se deben tener en tiempos de crisis. Ello te permitirá demostrar y actuar con liderazgo. Y a los miembros de tu equipo les ayudará a tener tranquilidad que les permita esforzarse y luchar juntos para salir adelante.

Manténganse positivos, optimistas y disciplinados. Conecten unos con otros con empatía y comuníquense con interés genuino.

Enfrentando una emergencia financiera

Para resumir todo lo anterior, se trata de resistir, adaptarse con versatilidad y recuperarse. Los equipos y negocios que pueden hacer esto juntos, tienen lo necesario para aguantar las crisis, salir adelante y crecer. Cuando lo logren, habrán hecho algo que la gran mayoría de emprendimientos no puede.

Son los momentos difíciles los que forjan el carácter y los éxitos, si se toman como oportunidades de aprender y mejorar.

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