Tips para Emprender
¿Para qué sirve el RFC?
Desde que comenzamos a tener una vida económicamente activa, debemos cumplir con nuestras obligaciones fiscales, pero también podemos empezar a recibir ingresos por nuestro trabajo. Todo esto es posible gracias al RFC; ¿quieres saber más? Aquí te lo contamos ;).
Antes de comenzar a realizar una actividad económica, todos los mexicanos necesitamos obtener una identificación que le permita saber al Servicio de Administración Tributaria (SAT) cuáles son dichas actividades y cuántos ingresos obtenemos por ellas. A esta identificación conformada por letras y números se le conoce como RFC.
¿Qué es el RFC y cómo está conformado
RFC significa Registro Federal de Contribuyentes y cada persona obtiene con él un código único de identificación. Las personas físicas y aquellas con actividad empresarial obtienen un RFC conformado por 13 caracteres alfanuméricos. En el caso de las morales, el RFC consta únicamente de 12 caracteres alfanuméricos.
Así es, las personas físicas y las que cuentan con actividad empresarial tienen una identificación de 13 dígitos, de los cuales, el primer par corresponden a las dos primeras letras del apellido paterno, la primera letra del materno y la primera letra del nombre, seguido de los dos últimos dígitos del año, luego los dos dígitos del mes y después los dos dígitos del día de nacimiento; finalizando con 3 caracteres asignados al azar por el SAT para evitar tener confusiones con personas que nacieron el mismo día, mes y año.
En el caso de las personas morales, su RFC consta solo de 12 caracteres, de los cuales las tres primeras letras corresponden al nombre comercial o siglas de la empresa. Le siguen el año, mes y día de fundación -a dos dígitos- conforme aparece en su acta constitutiva y termina con los mismos tres caracteres asignados al azar por el SAT.
¿De dónde viene el RFC?
La recaudación de impuestos es muy antigua y ha ido evolucionando con el tiempo. En México, por ejemplo, cada reforma fiscal determina una forma eficiente de seguir recaudando los impuestos de acuerdo a los constantes avances tecnológicos, pero, ¿desde cuándo existe el RFC como lo conocemos?
A finales de los años 40 y a principios de los 50, hubo un desempeño industrial y comercial muy importante en nuestro país, donde los ingresos monetarios llegaron a niveles nunca antes vistos. Ligado a este auge, entre 1955 y 1956, nació el Registro Nacional de Contribuyentes para mejorar la recaudación de impuestos de la época a través de la matriculación de personas y empresas sujetas al gravamen de acuerdo a sus actividades económicas y comerciales.
Pero no fue sino hasta 1980 cuando se introdujo el Registro Federal de Contribuyentes y, por esa época, el cobro por el Impuesto al Valor Agregado (IVA) también. Más adelante, para descentralizar las funciones de vigilancia y cobro de impuestos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 1997 se crea el Servicio de Administración Tributaria (SAT), quien se encargaría de dar de alta a los nuevos contribuyentes a través del RFC.
Fue a partir de esta época donde se quedó el RFC como medio de identificación y solo se han ido agregando tecnologías (como la e.firma, la CIEC, el QR code que completa el RFC o la cédula de identificación fiscal digital) para tener un mejor control de los ingresos tributarios.
¿Cómo obtengo mi RFC?
Para poder trabajar, recibir un sueldo, generar ingresos de forma independiente o abrir un negocio, es necesario obtener un RFC, ya que tendrás la obligación de destinar una parte proporcional de tu ingreso para financiar la administración y servicios del Estado mexicano.
Para tramitarlo, lo puedes hacer por Internet o de forma presencial.
Por Internet, tienes que ingresar a la página del Servicio de Administración Tributaria (SAT) y encontrar la opción que te permita obtener tu RFC con tu CURP. Tras ingresarlo, se te pedirá tu dirección fiscal y correo electrónico para después proporcionarte tu cédula de identificación fiscal, tu RFC y tu código QR correspondiente.
Si lo haces acudiendo físicamente, en la misma página del Servicio de Administración Tributaria (SAT) puedes agendar una cita de forma gratuita y después asistir a ella llevando tu CURP, una identificación oficial y comprobante de domicilio vigentes. Si eres persona moral, deberás llevar el poder notarial para actos de administración o carta poder en caso de representación legal.
¿Puedo tener RFC sin saberlo?
Sí, con el simple hecho de haber entrado a la nómina de una empresa y haber recibido un sueldo, es muy probable que ya cuentes con tu RFC. Si este es tu caso y deseas consultar cuál es, solo debes ingresar a la misma página del SAT y realizar una búsqueda de tu RFC utilizando tu CURP.
Si aparece tu información, en esta misma página puedes imprimirla para evitar que vayas, de forma presencial, a una de las oficinas del SAT.
Como puedes ver, entender todo lo relacionado al RFC es muy sencillo y, con los avances tecnológicos, cada vez se vuelve más fácil obtenerlo por Internet a través de la propia página del SAT. Te recomendamos que ingreses a ella, la navegues y encuentres todas las posibilidades que puedes aprovechar desde la comodidad de tu negocio.
Si llegaste hasta aquí, creemos que podría interesarte conocer más sobre ¿qué pasa si no le pago al SAT?, o ¿qué es el nuevo régimen simplificado de confianza? Si encontraste útil esta información, compártela y ayuda a otros emprendedores a estar mejor informados mientras hacen que sus ventas crezcan 😉 .